miércoles, 2 de septiembre de 2015

De quién, de quién son estas fronteras

Edward and Marie Louise Pailleron, de John Singer Sargent

El drama de los refugiados es una tragedia cuyo protagonista podríamos ser cualquiera. Vemos imágenes de familias con niños pequeños que caminan con el único rumbo de unas vías de tren que se extienden hacia lo desconocido. No saben si conseguirán llegar a Hungría, ni si una vez allí podrán traspasar las concertinas. Si lo consiguen y llegan a Viena corren el riesgo de que allí la policía austriaca los devuelva a Hungría.

Y mientras, nuestros gobiernos discuten cuotas y se permiten elegir refugiados como si fueran coles de Bruselas. Los eslovacos sólo los quieren cristianos, mientras otros se echan las manos a la cabeza porque "se nos va a llenar Europa de árabes". Pobres europeos de a pie, no es que se nos vayan a llenar los países de bárbaros, es que se nos va a caer la cara de vergüenza.

Al empezar el post me decía, escribiré de cómo hasta los refugiados necesitan saber siquiera un poco de inglés para chapurrear con los policías, pero se me ha ido la mano porque no me quito de la cabeza ese caminar desesperado de frontera en frontera por la meca del bienestar.

4 comentarios:

  1. Meca del bienestar inexistente porque dónde van a encontrar un sitio como el hogar propio, caliente y acogedor, en el que a pesar de las bombas enseñaban a sus hijos a andar, a leer o a creer que otro mundo es posible...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón, Bea, ningún sitio como la tierra y el hogar del que te han echado. Ellos mismos lo dicen: "no queríamos venir a Europa, paren la guerra, queremos volver a nuestro país".

      Eliminar
  2. Tiene usted razón: el éxodo de los sirios es un golpe a nuestras conciencias. Pero florecen también los grandes gestos. Gentes anónimas de Alemania y Austria se acercan a las estaciones de tren para prestar ayuda moral y material a los refugiados, en escenas emocionantes. Y una imagen a retener: la de los sirios pidiendo que Europa pare esa guerra. Pero Europa todavía no es más que un proyecto, un selecto club que carece de política exterior y de ejército, con nula capacidad de intervención eficaz fuera de sus fronteras.
    Josean

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando escribí este post todavía no había muerto Aylan y su foto, tirado en la orilla de un país ajeno, no había conmocionado a Europa. La reacción de los ciudadanos ha sido una maravilla, creo que a todos nos ha devuelto la confianza en el ser humano. Está claro que somos capaces de lo peor y de lo mejor.

      Eliminar