lunes, 31 de agosto de 2015

Tienes más moral que el Alcoyano

Sin Pasado, de Sirpa Sarkijarvi

Está claro que esta expresión se refiere al equipo de fútbol de Alcoy pero ¿de dónde viene?

Como en toda leyenda urbana, se barajan varias versiones, pero la esencia de la anécdota es más o menos esta: el equipo de fútbol de Alcoy perdía por una monumental goleada en un encuentro decisivo. El árbitro, con su mejor intención, quiso acortar la agonía del Alcoyano pitando el final del partido poco antes de cumplirse el tiempo reglamentario, pero los alcoyanos se negaron porque querían seguir luchando por una remontada imposible.

La victoria del Alcoyano ese día no fue la del partido, que perdió irremediablemente, sino que su nombre se asociase en el futuro con la perseverancia, el tesón y el espíritu de lucha a la vez que, sí, también, con un optimismo desmedido. 

jueves, 27 de agosto de 2015

Irse de picos pardos

Self-portrait, de Kate Lehman

Para saber de dónde proviene esta expresión, nos tenemos que remontar nada menos que al siglo XVIII. Al parecer fue Carlos III el que impuso a las meretrices, fulanas, pelanduscas, prostitutas, rameras, putas o jineteras (no sé si será la profesión más antigua del mundo, pero que tiene variados nombres está claro) la obligación de vestir faldas de color marrón (pardo) con los bajos cortados en forma de pico para, de esa manera, distinguirlas. Cuando los caballeros de la época requerían sus servicios, se decía que iban de picos pardos y de ahí viene la expresión, en la actualidad más suavizada pues se emplea para expresar que uno se va de juerga.

Por lo menos estaban más abrigadas que esas pobres que ahora se ven en los arcenes con la mínima cantidad de tela posible.

lunes, 24 de agosto de 2015

El "Vale" de Cervantes

Lady with a Japanese Doll, de Alfred Stevens

"Es curioso. Un hombre ilustre asegura por las buenas que Cervantes se adelantó a su tiempo, y utilizó el "¡Vale!" que hoy se utiliza como latiguillo verbal para mostrar que se está de acuerdo. Pero no hay tal cosa, como va de suyo. El "Vale" de Cervantes es el de los latinos, el "¡Ten salud!", "¡Consérvate bien!", como un adiós o despedida. Pero ¿qué necesidad habría de hablar de lo que no se sabe, o dar de ello una inventada versión para halagar el uso del "¡Vale!" de ahora mismo, simplemente porque se es ilustre? Resulta un tanto penoso, y, además, luego se repetirá eso mismo bajo la autoridad de tal interpretación ilustre."

Jiménez Lozano, José: Los cuadernos de Rembrandt

jueves, 20 de agosto de 2015

Paraíso fiscal

Mallorca en Verdes, de Santiago Rusiñol

Hay expresiones procedentes de una confusión que resultan más afortunadas que la expresión original, veamos, por ejemplo, el caso de "paraíso fiscal".

"Paraíso fiscal" es la traducción del inglés tax haven, que literalmente significa 'refugio fiscal'. En español el término se adoptó a través del francés, donde se confundió haven ('refugio') con heaven ('paraíso') y lo tradujeron paradis fiscal. Y de ahí "paraíso fiscal" hizo fortuna en nuestra lengua. Tanto el término "paraíso" como "refugio" hacen alusión a lugares con mejores condiciones tributarias que el país de origen, pero la idea de "paraíso" (exotismo, buen clima, libertad, abundancia...) se ajusta más a los países cuyas leyes crean un ambiente fiscal favorable para los desaprensivos que buscan pagar menos impuestos.

Tal vez también haya contribuido al éxito de la expresión el hecho de que la mayoría de estos estados, con regímenes tributarios excepcionales, son además un auténtico edén (Islas Barbados, Mauricio, Bahamas, Seychelles...).

lunes, 17 de agosto de 2015

Por muchos que haya, se dice hay

Portrait of Madame Gely, de Frederick Carl Frieseke

La impersonalidad del verbo haber es omnicomprensiva. ¿Qué quiere decir esto?, pues que cuando el verbo haber se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas funciona como impersonal y, por lo tanto, se usa sólo en tercera persona del singular.

Oraciones como "habían muchos niños en el campamento", "han habido muchos robos últimamente" o "hubieron reuniones muy largas" son incorrectas, porque al verbo haber le da igual referirse a una persona o a cien. Es erróneo, por lo tanto, poner el verbo en plural aunque el elemento nominal se refiera a varias personas o cosas, ya que la concordancia del verbo se establece con el sujeto, nunca con el complemento directo y en este caso el sujeto no existe, por eso se llama impersonal.

O sea que por muchos que haya, todos caben en la tercera persona del singular.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Soñando, soñando... triunfé patinando

Under the Bridges of Paris with You, de Cecilia Forrest

En Francia van a estrenar "Magical Girl", todo un hito si tenemos en cuenta la cuota de pantalla que el país galo reserva para su propio cine. Pero no es de esto de lo que quería hablarles, sino de la traducción de los títulos de las películas. ¿Cómo se va a llamar "Magical Girl" en Francia? Pues "La Nina de Fuego", así, en español y con n. Lógico ¿verdad? De "Magical Girl" en inglés, a "La Nina de Fuego" en español... en Francia, muy lógico.

Es un ámbito este, el de las traducciones de los títulos de las películas, que ha dado auténticas perlas, por ejemplo, "The Long Kiss Goodnight", se estrenó como "Memoria letal", bueno, quién sabe, quizás era un beso de buenas noches letal que se quedaba en la memoria.

"The Astronaut's Wife" fue "La cara del terror", sin astronauta ni esposa, ¿para qué? Otra traducción legendaria es "The Sound of Music", "Sonrisas y lágrimas", sí, ya ven, todo respeto al título original parece mera coincidencia.

Pero el Óscar es para... "Ice Princess" que se estrenó como "Soñando, soñando... triunfé patinando", Bueno, ¿verdad? Eso sí que es imaginación.

Espero sus aportaciones.

martes, 11 de agosto de 2015

Azafata

A Seat in the Shade, Plazza Napoleone, Lucca, de Jack Morrocco 

¿Qué pensarían ustedes si les dijera que azafata es una palabra árabe? Probablemente que he tomado demasiado el sol y sufro un golpe de calor, porque ¿cómo podrían los árabes inventar un nombre cuya función no existe? Pues bien, todo tiene su explicación y también el curioso origen de esta palabra.

Azafata era la dama de la reina encargada de presentarle los vestidos y las joyas sobre una especie de cesta de hojas de palma llamada "azafate" (del árabe "sáfat") y de ahí el término azafata.

Más sencillo de lo que parecía ¿verdad? Sí, suele pasar.

viernes, 7 de agosto de 2015

Pilotos alemanes en apuros

Sin título, de Josep Moncada

Cuando una ve la presencia mundial que ha conseguido el inglés tiende a pensar que ha tenido que ser obra de una política lingüística excepcional puesta en marcha por la potencia que es Estados Unidos, pero resulta que los anglohablantes (tanto ingleses como americanos) se han ocupado muy poco de la extensión mundial de su lengua.

Y es que generalmente las cosas no suceden por una sola causa sino por muchas, la mayoría de las cuales ocurren aleatoriamente. Lo curioso del caso es que el inglés ha ocupado un lugar que todos necesitábamos, ¿cómo entendernos cuando viajamos a Varsovia o cuando hacemos negocios con Turquía? Todos necesitábamos una lingua franca que actuara de comodín.

De los mil ejemplos posibles, tomemos el del tráfico aéreo. ¿A quién interesa más fomentar el uso exclusivo del inglés entre el avión y la torre de control, al piloto de American Airlines que aterriza en Londres o al de Lufthansa que aterriza en Atenas? Es obvio que al segundo, pues el primero ni se plantea la cuestión. De hecho, los pilotos de líneas comerciales alemanas se han negado en el pasado  a volar a Grecia porque los controladores aéreos griegos no les hablaban en un inglés comprensible, sino que introducían frases en griego y los alemanes no les entendían.

Por lo visto la falta de entendimiento entre alemanes y griegos viene de lejos.

martes, 4 de agosto de 2015

Política lingüística

The Velvet Glove, de Elizabeth Chapin

La política lingüística es algo que, desgraciadamente, suele estar más en manos de los políticos que de los lingüistas. Por regla general, son políticos que se pierden en cantos de sirena que creen haber oído de su electorado. En esta fiebre nacionalista tan de moda en Europa terminan convencidos de que, si otras autonomías tienen una lengua propia, por qué no la van a tener ellos.

Esta idea nace de la concepción de la lengua como una mera cuestión estadística, si tenemos X número de palabras y X número de hablantes potenciales, ya tenemos una identidad lingüística propia, sin pensar que una lengua no es un polideportivo que uno construye de hoy para mañana, sino que necesita de un pasado, una literatura, un sentimiento de arraigo y un deseo de adhesión en sus hablantes.

Y así se abordan planes sociolingüísticos que jamás se abordarían si se tratara del Ministerio de Fomento, por poner un ejemplo. Nadie propondría construir un embalse sin saber por dónde pasa el río, pero algunos proponen destinar fondos a crear una gramática del aragonés allí donde nunca hubo tal idioma y así desperdician recursos emprendiendo tareas que, aun en el caso improbable de que prosperasen, resultarían inútiles.

Este deseo de tener una lengua propia está muy bien, así como uno desearía ser más sabio y mejor, pero los políticos están para solucionar problemas y no para crearlos, para gestionar bien los recursos públicos y no para malgastarlos. Y no sigo porque esto va a parecer "Los mundos de Yupi".

domingo, 2 de agosto de 2015

Las palabras que acaban como uno más de la familia

Join 2007, de Angela Reilly

"Y si difícil para una lengua es fraguar un término que traduzca pensar y sentir, no menos difícil resulta llevar a veces, de una lengua a otra, una palabra, sin que pierda sentido y sentimiento en el trasiego, evitando que se evapore en el camino, por seguir con el símil del perfume, nada de su aroma. De esta última dificultad trataba una fascinante y curiosa información que Xavi Ayén publicaba en La Vanguardia, a propósito de las diez palabras más difíciles de verter de una lengua a otra, a partir de cierta encuesta realizada por la compañía británica Today Translations entre traductores profesionales. Citaba alguna del yiddish, del polaco, del japonés, del tamil. Del portugués figura una, bellísima y cursada: saudade. El español, mucho más belicoso, también ha logrado imponer en todo el mundo una propia: guerrilla. Pues es sabido que cuando una palabra es esencial y única acaba logrando ser aceptada en la casa de otras lenguas, como alguien de la familia."

Trapiello, Andrés: Más o menos