miércoles, 31 de octubre de 2012

Heinrich Heine o la nada


De cómo el poeta alemán Heinrich Heine pasó a llamarse la nada en francés:

"Aquí, en Francia, mi nombre en alemán "Heinrich" se tradujo como "Henri" en cuanto llegué a París. Tuve que resignarme a ello y terminé llamándome así en este país, puesto que la palabra "Heinrich" no le sentaba bien al oído francés y los franceses recurren a todo lo que tengan a su alcance para transformar el mundo en algo plancentero y fácil para sí. Tampoco eran capaces de pronunciar el nombre "Henri Heine" correctamente, por lo que para muchos me llamo Enri Enn; otros lo han reducido a "Enrienne" y algunos hasta me llaman "Un Rien".*


* Heine, Werke, vol. 4, Schriften über Deutschland, p. 558. Cita de Heller-Roazen, Daniel: Ecolalias, Katz Editores, 2008.

lunes, 29 de octubre de 2012

¿Quién dijo dialecto?


Retrato de Isabel. Ramón Gaya

¿Por qué hablan de lengua cuando quieren decir dialecto? ¿Ustedes creen que el valenciano es un idioma o un dialecto? Yo, la verdad, habría afirmado con toda rotundidad que el valenciano era un dialecto y habría cometido un grave error porque el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana dice: "También se define la lengua valenciana como propia de la Comunitat Valenciana y el idioma valenciano, junto al castellano, los dos idiomas oficiales".

Y es que el término "dialecto" está muy desprestigiado, todos queremos hablar una lengua y dejar los dialectos para las aldeas en fase de extinción. ¿Cómo hacemos entonces para llamar tal a un dialecto sin que suene peyorativo o tenga un carácter de dependencia? Algunas escuelas lingüísticas han resuelto la cuestión inventando términos nuevos. O sea que los mismísimos lingüistas se aprestan a buscar eufemismos para describir términos lingüísticos. Tiene miga la cosa.

Estas escuelas lingüísticas hablan de variantes diatópicas y variantes diastráticas, así como de lenguajes especiales. El primero de los términos sería el equivalente a dialecto y el segundo, a jerga. Es decir, que el euskera tiene variantes diatópicas y también variantes diastráticas o, en efecto, aquello de cómo no llamar a las cosas por su nombre y en todas partes cuecen habas.

Tener una lengua propia es hoy en día tan necesario para una comunidad como para una familia tener un coche. Una comunidad tan tranquila como la de Aragón promulgó una Ley de uso, protección y promoción de las lenguas propias de Aragón que dice: "El aragonés y el catalán son lenguas propias originales e históricas de nuestra Comunidad Autónoma", ¿y el castellano?, ¿adónde fue que se perdió?

Aelio Stilo fue el primer gramático del latín y uno de los maestros de Cicerón y pensaba que la lengua de los romanos no era, en verdad, más que un dialecto del griego. Como se suele decir: ¡ay, si levantara la cabeza!



lunes, 22 de octubre de 2012

Las cartas de Albrecht von Wallenstein

Egon Schiele. Field Landscape.

El ejército ha sido a través de la historia un elemento de propagación de la lengua, y no por la fuerza como podría pensarse, sino porque los ejércitos eran organizaciones formadas por gente de diversa procedencia.

En la Edad Media era habitual que un país no tuviera suficientes hombres para constituir un ejército (como sucede hoy en España) por lo que las tropas eran internacionales y por lo tanto, políglotas. El ejército español de los Países Bajos contaba con soldados ingleses, irlandeses, alemanes e italianos, además de españoles. Hay que tener en cuenta también que en aquella época los soldados se alojaban con los civiles, por lo que el intercambio de palabras estaba asegurado.

La Guerra de los Treinta Años en la que participaron los estados alemanes, Francia, España, la República holandesa, Dinamarca y Suecia favoreció especialmente el desarrollo de una lengua militar que llegó a hablarse desde Portugal hasta Polonia.

El francés aportó algunos términos relativos al armamento, como arquebus, artillerie, bayonette, cartouche y pique, así como palabras que designan el frente y la retaguardia (avant-garde, arriere-garde). La lengua italiana contribuyó con términos como bastione, battaglione, infanteria, moschetto, scaramuccia, sentinello y squadrone. El castellano participó con palabras como alférez, amotinarse, bandolero, casco, guerrilla, merodear, tercio y unas cuantas con la terminación -ada, como armada, retirada, escalada y emboscada. Los alemanes aportaron términos relativos al rango y a las instituciones como admiral, advokat, barón, dekret, president y senator.

Albrecht von Wallenstein fue un caudillo mercenario que durante la Guerra de los Treinta Años llegó a poseer un ejército de entre 30.000 y 100.000 hombres. Dicen que era un hombre de carácter agrio, cínico y cruel, aunque que se va a esperar de una persona cuya vida transcurre en el campo de batalla. Por si esta perra vida fuera poco, cuentan las crónicas que nunca se conoció de Albrecht aprecio por persona alguna, salvo por la que fue su esposa, Lucrecia. Pero por desgracia para nuestro caudillo, Lucrecia falleció joven y el militar quedó sumido en la tristeza y el malhumor.

Lo cierto es que solo pretendía traer aquí algunas de las expresiones que Albrecht von Wallenstein incluía en sus cartas pero no me he podido resistir a contar un poco de su historia. Las cartas de nuestro militar, escritas en alemán, están salpicadas de palabras españolas, italianas y francesas. A veces el general empleaba expresiones completas, como per inganiarme meglio (españolizando el termino italiano ingannare), pero las más frecuentes son las expresiones mezcladas: meine disegni (mis planes), ein posto (un puesto), solchen travaglio (tal esfuerzo), dem basta (lo suficiente), kein tregua (sin tregua) o Guberno-sachen (asuntos de Estado). Estas cartas, bocato di cardinale para los estudiosos, ofrecen un material muy valioso, tanto para conocer el vocabulario de la época como para comprobar cómo los términos traspasan las fronteras de una lengua cuando están en contacto con otra.

lunes, 15 de octubre de 2012

Los JASP



Los textos publicitarios constituyen un elemento de primer orden para el trabajo y estudio de la lengua.  Analizar la manipulación lingüística contenida en los anuncios es un auténtico divertimento. Y podemos entender el concepto de manipulación en su sentido etimológico de 'arreglar algo de forma artística' o en el sentido más prosaico de 'ser controlados para los intereses del que manipula'.  

Sin letra pequeña era el lema del anuncio de un banco español, en tres palabras esa frase transmite toda una filosofía comercial: el banco nos dice que sus productos no engañan, que su política comercial es honesta y sincera porque no tiene letra pequeña. Otra cosa distinta es que sea cierto, eso ya es harina de otro costal.

Los recursos expresivos que utiliza la publicidad son diversos. Se usan mucho la polisemia y el doble significado, por ejemplo, hay un anuncio de Euskaltel que muestra un tipo con el pelo largo y rizado y se acompaña de un texto que dice: Mejor sin permanente, es decir, el fulano estaría mejor sin permanente en el pelo y sin tarifa permanente en el móvil.

Es frecuente también el uso del superlativo y del comparativo, el mejor, el más... ¿se acuerdan ustedes de aquel famoso Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo? El mismísimo director de la empresa, que era el protagonista del anuncio, nos decía que no íbamos a encontrar nada mejor que el detergente que él anunciaba. La rima es el recurso utilizado en El euskera es la pera y la repetición redundante y acumulativa de Por poco como como loco es la manera de llamar la atención de Telepizza.

El lenguaje publicitario busca la estilización del texto y elimina todo aquello que considera superfluo. Este anuncio no necesita palabras, literalmente: Banco Santander, sobran las palabras. Y es que cada minuto de publicidad en televisión sale a precio de oro por lo que hay que aprovechar cada milésima de segundo.

Los anuncios suelen abusar de la frase imperativa, apoyada en la interpelación directa del usted o del tu. Recuerdo aquel famoso Ven y cuéntalo, de Euskadi al que ahora le ha salido un competidor en Ven y Ribérate, de Ribera del Duero.

Algunos eslóganes son tan acertados que pasan a incorporarse a nuestro vocabulario, como por ejemplo aquel Joven Aunque Sobradamente Preparado, de Renault que devino en la forma de nombrar a toda una generación: los JASP. Hay quien dice que ahora son los JESP, Joven Emigrante Sobradamente Preparado. ¡Snif!






martes, 9 de octubre de 2012

La poesía es un arma cargada de futuro



El poeta desgrana una palabra y curiosea en su interior, la huele despacio y espera que le hable, escucha cómo retumba su sonido y si le gusta, se la guarda complacido y va en busca de otra. Y compone poesía para el pobre, una línea y después otra y va levantando una casa sin jamás decir no puedo más y aquí me quedo porque las palabras que sueña cuando está despierto son el armazón que sostiene su alma.

El poeta es un ser extraño, es alguien que se pregunta qué es poesía, un tipo cotidiano que escribe las nanas de la cebolla, es un fulano enamorado dando gracias a la vida o un futuro suicida llenecito de melancolía. Es un caminante haciendo camino, un hombre de tierra adentro que encuentra caminos en el mar y que maldice la poesía de los que toman partido, partido hasta forrarse.

Al poeta le gusta jugar con las palabras, le gusta pensar que son solo suyas y sentir que entre letras su soledad se siente acompañada porque él y su poesía son mucho más que dos.





jueves, 4 de octubre de 2012

Limpia, fija y da esplendor

Autorretrato, de Egon Schiele

En Europa allá por el siglo XVII, tras sufrir sendas plagas de peste y cólera, comenzó a existir lo que se ha dado en llamar una "gran angustia de contaminación". Esta preocupación por el contagio alcanzó a todos los niveles de la sociedad y comenzó a propagarse la idea de la importancia de la limpieza y la pureza.

Esta tendencia se hizo extensiva al lenguaje y rápidamente se alzaron voces en favor de la pureza lingüística. El primero de los objetivos era salvar la propia lengua de la contaminación exterior, no nos contagiemos, no dejemos entrar al extraño; el segundo objetivo era defensivo y pretendía preservar un statu quo que los puristas creían amenazado.

España no fue ajena a esta corriente y en 1713 se creó la Real Academia Española de la Lengua a iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena. Eran tiempo de Felipe V, quien la colocó bajo su «amparo y Real Protección».  El propósito de la Academia era «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza», de ahí el que ahora nos parece curioso lema de Limpia, fija y da esplendor, obediente al propósito de conservar la elegancia y pureza del idioma y de fijarlo en el estado de plenitud que tenía en el siglo XVI.

Una anécdota muy curiosa de este furor por la pureza nos la proporciona el holandés Jan van de Werve. Este abogado escribió un libro en el que condenaba la corrupción de la lengua holandesa, debida a las palabras que provenían de lenguas romances. Tituló su libro Tresoor der Druitsche Tale, sin ser consciente de que él mismo, purista a ultranza, había deslizado nada menos que en el título, una palabra procedente del francés: tresoor (trésor), una omisión que corrigió en la segunda edición del libro por el mucho más germánico Schat.



lunes, 1 de octubre de 2012

El nombre de la BlackBerry



Lexicon es una empresa norteamericana dedicada a crear nombres para los productos, es decir, marcas, pero no los logos ni la imagen corporativa, sino solo el nombre. ¿Y puede ser tan importante el nombre? se preguntarán ustedes. Pues sí, el nombre es fundamental.

La empresa Research In Motion (RIM) puso en el mercado en 1997, un teléfono inteligente sumamente innovador al que sus usuarios no le sacaban partido y que no se vendía ni la mitad de lo esperado teniendo en cuenta la exclusividad del producto.

Lexicon trabaja con dos lingüistas fijos y 77 eventuales de 53 lenguas distintas repartidos por todo el mundo, ya ven, quién se lo iba a imaginar, lingüistas en la plantilla de una empresa puntera. Cuando RIM acudió a ellos pidiéndoles un nombre para el RIM 950 o RIM 960, que era como se llamaba en aquel momento la BlackBerry, tuvieron claro que tenían que encontrar un nombre que identificara y diera personalidad a ese móvil tan distinto a los demás. 

Miraron su teclado, su forma, se lo pasaron de mano en mano... y comenzaron a crear metáforas que lo describieran. A alguien se le ocurrió llamarle strawberry, 'fresa', pero era un nombre demasiado "frutal" y poco original. Sin embargo les gustó berry que significa 'mora' en inglés. El teléfono se podía parecer a una 'mora' por su teclado, era como si las teclas fueran los pequeños granos de una mora. Y de strawberry llegaron a BlackBerry, black, 'negro' es una palabra que se asocia con la tecnología. El equipo de Lexicon estuvo en seguida de acuerdo en que el nombre era bueno, muy bueno. Tan bueno, que una vez convertido el RIM 950 en BlackBerry, las ventas del teléfono comenzaron a subir como la espuma. Una vez más, Lexicon había acertado.

Lexicon es hoy una empresa puntera en el mundo de las marcas, son los creadores también de PowerBook, Pentium, o Intel Inside. Según ellos, un nombre que aspire al éxito debe cumplir tres premisas: ser fácil de pronunciar en varias lenguas distintas, tener evocaciones positivas para el potencial cliente y transmitir algo relacionado con el producto que nombra. Nada fácil si nos ponemos a pensarlo.