Wheat field with cypresses, de Vincent Van Gogh |
Me resulta curiosa la queja que expresa Francisco Umbral en la cita que pueden leer a continuación. Según él presenciar un atardecer ya no es lo mismo desde que los poetas, vates, escritores y cuentistas varios se dedicaron a describir los crepúsculos a diestro y siniestro.
"Paseaba yo al atardecer por la orilla del agua, frente a esas puestas de sol marinas que la literatura y el arte han estropeado para siempre, porque todo el mundo ha conocido estos espectáculos naturales a través de un cuadro o de un poema, antes que en la naturaleza, y así, el poniente nos remite siempre a un poniente literario. El mar y el atardecer son ya una cosa libresca y da una especie de vergüenza interior amarlos. La cultura, segunda naturaleza, pasa así a ser la primera. Se han escrito libros y poemas para evocarnos el mar, y ahora, a la vista del mar, lo único que evocamos es un libro".*
Coincido con él en que las experiencias se disfrutan más cuando son exclusivas, cuando no nos estorba la multitud, pero de ahí a no poder gozar de una puesta de sol porque otros la han descrito antes... me parece un pelín exagerado.
De cualquier forma, ahora podemos ir a apostarnos junto al acantilado y pensar, soy diferente a Umbral, soy el único al que le importa un pimiento que esto lo hayan contado decenas de plumas. Si Umbral fue al plató de televisión a hablar de su libro, yo he venido aquí a ver el atardecer y a recordar a Serrat y su Mediterráneo:
A tus atardeceres rojos,
se acostumbraron mis ojos,
como el recodo al camino.
* Umbral, Francisco : Las europeas, Plaza y Janés, Barcelona, 1974
Quizá Umbral no pudo describir nunca una puesta de sol como otros la habían descrito. Pero cada puesta de sol es única, ni el sol; ni el cielo; ni el entorno; ni la estación del año; ni la compañía o nuestra soledad son las mismas. umbral sólo quiso quizá epatar.
ResponderEliminarUmbral era mucho Umbral.
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