Fuenterrabía, de Menchu Gal |
Como probablemente los lectores de este blog ya sabrán, vivo en San Sebastián, una ciudad bilingüe en la que conviven (que no malviven) el euskera y el castellano. Esta situación además de bilingüismo se suele conocer también como de "lenguas en contacto" y es perfecta para que los hablantes tanto de una lengua sólo, como de las dos se expresen saltando de un idioma a otro.
Teniendo en cuenta que el léxico está mucho menos rígidamente estructurado que la fonética o la morfología, se convierte en el campo más propicio para los préstamos, tanto es así que muchas de las personas unilingües ni siquiera los reconocen como tales, sino que los toman por palabras de su propia lengua.
Como ya señaló el gran Mitxelena: "los vocabularios de lenguas que conviven en zonas próximas, cualquiera que sea su filiación genealógica, tienen mucho más de vasos comunicantes que de compartimentos estancos."*
En Gipuzkoa al tobogán se le llama txirristra, incluso entre las personas que no saben euskera, ¿por qué? Porque siempre han oído que ese objeto que sirve para que los niños se deslicen después de encaramarse por unas escalerillas, es una txirristra. De hecho, yo supe que en castellano se decía tobogán en Jaca porque no me entendían cuando yo preguntaba si me podía subir a la txirristra.
A veces la palabra tiene tan larga vida en castellano que se integra gramaticalmente y se convierte en verbo con su correspondiente terminación de infinitivo castellano, como por ejemplo el euskera zirikatu del que tenemos el 'castellano' zirikar, que significa algo así como 'chinchar'. Y es que la creatividad de los hablantes no tiene más límite cuando hablan (escribir es otra historia) que el de ser entendidos.
* Mitxelena, Luis: Sobre el pasado de la lengua vasca, San Sebastián, 1964
El bilingüismo es una fuente de "contagio" extraordinaria. Bilingüe como tú, en este caso con el catalán hablado en la provincia de Alicante. Aquí en esta zona de gran inmigración la mayoría de castellano-parlantes llaman a la pernera (parte del pantalón que cubre la pierna) "camal" (derivado de “cama” que es pierna en catalán). Fue en el bachiller cuando supe que debía decir pernera cuando hablaba en castellano. Del euskera, que permanece como una rareza lingüística (bendita rareza), ha cogido el castellano y el catalán una palabra tan importante como izquierda y “esquerra”, debido a la connotación negativa que tomo la palabra “siniestra”, ya que lo malo se asoció a siniestro (quizá de ahí querer corregir a los niños zurdos). Las lenguas con un gran número de hablantes, véase castellano e inglés, son más proclives a coger palabras de otras lenguas y adaptarlas sin que su estructura no resienta. No estoy tan de acuerdo con la convivencia pacífica, el castellano es la lengua mayoritaria y el catalán retrocede por estas tierras muy rápidamente, y que lástima que una lengua muera. A ver si un día hablas de las lenguas que hemos “matado” y la pérdida que eso supone. Es como la variedad genética que hace fuertes a los anímales que la tienen (humanos incluidos) y debilita y hace desaparecer a los que carecen de ella.
ResponderEliminarTu comentario, Juan, me sugiere varias cosas (como es habitual, jeje). Para empezar, me alegra que traigas a colación la palabra "izquierda", su etimología, como ya explicas, es muy bonita, es de las que crean afición. Tenía pensado dedicar un post a las palabras castellanas que proceden del euskera y que son unas cuantas, a ver si me pongo a ello en breve.
ResponderEliminarTienes razón con lo de la convivencia, que el pez grande se come al chico acontece en los más diversos ámbitos. Con lo de la convivencia pacífica me refería a esa situación de seudoequilibrio en la que un hablante bilingüe utiliza libremente los dos idiomas que conoce y los emplea mezclándolos como mejor le conviene.
Acerca de las lenguas muertas he hablado en dos post publicados en el blog que precedía a este y que tu, claro, no puedes conocer, te pongo los enlaces por si te apetece echarles un vistazo:
http://cuidaesalengua.blogspot.com.es/2012/02/las-lenguas-tambien-se-mueren-1.html
http://cuidaesalengua.blogspot.com.es/2012/02/las-lenguas-tambien-se-mueren-y-2.html
y ya puestos, te paso este también porque viendo cuánto te gustan las lenguas (y cuánto sabes de ellas) creo que te va a interesar:
http://cuidaesalengua.blogspot.com.es/2012/03/sorosoro.html
Un saludo.
En mi ignorancia pensaba que las lenguas dejan de utilizarse, no sabía que se morían. Creía que se morían las cosas vivas: plantas y animales, no las cosas. Estas dejan de usarse, caen en el olvido, etc., pero morirse? ¿Se han muerto el coche de caballos, la radio de galena, el molino de viento? No, los hemos dejado de utilizar. Es una pena, pero...
ResponderEliminarJosean
Anónimo, entre las muchas definiciones que tiene la palabra LENGUA la RAE dice: "Lengua muerta. 1. f. La que antiguamente se habló y no se habla ya como propia y natural de un país o nación" Si la RAE lo dice es porque considera que las lenguas, figuradamente, mueren con el último hablante. Así lo consideran y escriben los lingüistas. Y lenguas muertas son el latín, sánscrito, egipcio clásico; y lenguas en vías de extinción son las habladas por pequeños grupos en américa, sobre todo en la zona de la amazonia, y en áfrica.
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