miércoles, 19 de marzo de 2014

Lo eventual del significado

Meditation, de Alfred Stevens

En el lenguaje sucede a veces que una palabra pierde su carga genética, reniega de su familia toda y, a falta de poder cambiarse el nombre, se cambia la herencia. ¿De qué estoy hablando? De palabras como evento.

En español evento es una palabra emparentada con eventual, el adjetivo que acompaña a los trabajos de hoy en día; eventualidad, algo que sucede inopinadamente; o eventualmente, algo que sucederá solo si se dan las condiciones oportunas. Pero evento ha escogido otra familia cuando ha pasado a significar acontecimiento. Evento puede hoy día referirse tanto a un congreso como a una cumbre política, en cualquier caso aludiría a algo perfectamente organizado y de ninguna forma eventual o imprevisto.

¿Qué ha pasado aquí? ¿Qué le ha hecho su familia de origen al latín eventus para que reaccione de esa forma? Pues que se han ido de vacaciones a Francia o a algún país de habla inglesa y se han tropezado con evenement y con event, palabras que en ambos casos significan acontecimiento, y se han contagiado.

También habría que tener en cuenta la brevedad de evento frente a acontecimiento, lo cual a la hora de pasar a ocupar un titular de periódico no es cuestión baladí.

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