lunes, 3 de febrero de 2014

Traducción automática

Mont Sainte-Victoire, de Paul Cezanne

La traducción es hoy uno de los principales escollos con que se encuentra la sociedad de la información, por eso los traductores automáticos han conocido un gran auge en los últimos años, dando lugar a una industria en la que la materia prima, en lugar de ser tornillos, son las lenguas. Entre ellas las más interesantes son las más extendidas, por razones comerciales que son sencillas de entender: es más rentable la inversión en tecnología lingüística hecha sobre el francés o el español que la realizada sobre el quechua o el swahili. Aunque esto también puede cambiar en un momento dado por razones estratégicas: los traductores árabes han pasado a ser un sector laboral muy cotizado en Estados Unidos a partir del 11S.

Sin embargo, es tan complejo el mundo interno de una lengua que todavía no podemos fiarnos de los traductores automáticos, están bien para tener una idea aproximada del significado de una frase, pero no debe uno confiar en que expresarán fielmente lo que queremos decir porque la traducción no es una mera sustitución de una palabra por otra.

La traducción automática es una herramienta útil en lenguajes profesionales donde los términos son previsibles, no existe la ambigüedad y no hay contextos imprevistos, pero de momento está muy lejos de sustituir a los traductores humanos.

Dada la creciente importancia de las comunicaciones, tanto desde el punto de vista político como comercial, algunas lenguas se convertirán en interesantes materias primas, no solo para la investigación científica y los desarrollos tecnológicos, sino como genuina materia industrial. Y el español estará entre ellas.

2 comentarios:

  1. Con la traducción siempre se pierden matices, no digamos si la misma la realiza una máquina. El lenguaje es inseparable de la cultura que lo produce. Si un mismo idioma, dependiendo del lugar en el que se hable, ya produce confusiones, no digamos idiomas diferentes. Es típico las palabras con doble sentido en castellano según se digan en América o en España y que provocan sonrisas. En la II Guerra mundial cuando los soldados de los EEUU estaban en Gran Bretaña preparándose para el desembarco se hablaba de "dos países separados por un mismo idioma". Si eso pasa con una misma lengua que no será de una traducción. He leído "Alicia en el país de las maravillas" más de veinte veces, es un precioso libro, pero nunca lo entenderé completamente mientras no sepa inglés, me imagino que pasar el Quijote a otras lenguas producirá el mismo efecto. Mi enhorabuena a los buenos traductores que con su trabajo nos acercan realidades de otras lenguas.

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