martes, 27 de agosto de 2013

Vidas ajenas

The New Novel, de John Winslow Homer


Para irse a dormir una necesita, como los niños, que le cuenten un cuento. Cada noche pongo a reposar la vida propia y me sumerjo en otras que no me incumben y que no son responsabilidad mía. ¡Ah! Qué descanso que todas esas tareas, todos esos afanes y preocupaciones no sean propios y no tenga una que resolverlos.

Después de ser consciente de que hay problemas que son irresolubles y que no son de una, una se duerme a pierna suelta.


2 comentarios:

  1. Tiene usted razón, pero reconozca que también hay ocasiones en las que uno desearía gustoso cambiarse por el protagonista de alguna novela. Una de esas obras donde las emociones y los sentimientos reflejan lo mejor de la condición humana. "Los miserables" y "Servidumbre humana", por ejemplo.
    Josean

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    1. Curiosamente me siento espectadora cuando leo literatura y no protagonista. Me puedo identificar con sentimientos, pensamientos o emociones, pero lo de cambiarse por el protagonista no, quizás porque me gusta mucho la novela negra.

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