martes, 13 de agosto de 2013

Redimensionando la problemática

Almond Branches in Bloom, de Vincent Van Gogh

El ámbito del discurso público tiende a crear numerosas palabras, es como si los políticos cuando se ponen a hablar fueran animándose, jaleándose ellos solos y a partir de ahí su creatividad campara a sus anchas y alcanzara cotas insospechadas. Sin embargo, muchas de esas palabras no son necesarias porque ya existe un término que expresa ese significado.

Sus preferidas son las palabras largas y rimbombantes: prefieren intencionalidad que intención, condicionalidad a condición, problemática a problema, cumplimentar a completar, señalizar a señalar y concretizar a concretar, por citar unas pocas.

La terminación -izar es una moda que está dando mucho juego a la hora de crear un verbo a partir de un sustantivo, como por ejemplo: instrumentalizar, funcionarizar, judicializar, absolutizar o flexibilizar, y también es habitual que se añada ese sufijo a un verbo ya existente alargándolo de forma innecesaria, como cuando se dice potencializar en lugar de potenciar o concretizar en lugar de concretar. ¿Será quizás que redimensionando las palabras potencializamos el discurso?

¿Hay alguna que les moleste en especial?

2 comentarios:

  1. Sí, hay una que me molesta mucho, 'motivante' para decir 'motivador'... no puedo con ella...

    ResponderEliminar
  2. A mí me irrita lo de "demonizar". Encima lo dicen como si estuvieran poniendo una pica en el Flandes de la originalidad. Pero es que tenemos algunos políticos que son de traca, capaces de "descausalizar" lo que se les ponga por delante. Miren, miren: http://www.youtube.com/watch?v=9nNiAhJkVXo
    Josean

    ResponderEliminar