The New Novel, de John Winslow Homer |
Para irse a dormir una necesita, como los niños, que le cuenten un cuento. Cada noche pongo a reposar la vida propia y me sumerjo en otras que no me incumben y que no son responsabilidad mía. ¡Ah! Qué descanso que todas esas tareas, todos esos afanes y preocupaciones no sean propios y no tenga una que resolverlos.
Después de ser consciente de que hay problemas que son irresolubles y que no son de una, una se duerme a pierna suelta.
Tiene usted razón, pero reconozca que también hay ocasiones en las que uno desearía gustoso cambiarse por el protagonista de alguna novela. Una de esas obras donde las emociones y los sentimientos reflejan lo mejor de la condición humana. "Los miserables" y "Servidumbre humana", por ejemplo.
ResponderEliminarJosean
Curiosamente me siento espectadora cuando leo literatura y no protagonista. Me puedo identificar con sentimientos, pensamientos o emociones, pero lo de cambiarse por el protagonista no, quizás porque me gusta mucho la novela negra.
Eliminar