martes, 17 de diciembre de 2013

Tu padre ya no conoció

Acantilado en Dieppe, de Claude Monet

"Se extrañaba el hijo de cómo iban saliendo los recuerdos y cómo se registraban las palabras de unos y de otros en tales circunstancias, siempre de una manera desordenada. Recordó que su madre le contó que cuando llegó de la Adoración Nocturna y le dijo que sentía frío, le tomó el pulso y se lo encontró bien, que salió del cuarto y que volvió con las zapatillas, que le había calentado encima de un radiador, y que llegó a ponerle una, pero que cuando fue a ponerle la segunda, echó la cabeza hacia atrás y expiró. O sea, que no le sorprendió un gemido cuando estaba en el pasillo. En realidad las palabras que usó su madre le resultaron muchas más humanas, las que se usan en León, para esos casos, dijo, y después "tu padre ya no conoció", dando a entender con ellas mucho más de lo que acaso imaginaría, a saber, que la vida es únicamente conocimiento y que no hay conocimiento posible sin reconocimiento, pues en ese "conocer" están metidos todos esos significados, el de conocer, el de conocerse, el de reconocer y el de reconocerse. Así fue como ocurrió todo."

Andrés Trapiello: Siete moderno


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