Al Prater, de Carl Moll |
El lenguaje tiene muchos recursos, uno de los más utilizados en la arena política es el de contestar con "manzanas traigo" cuando te preguntan "a dónde vas". No es un recurso nuevo, como podrán ustedes comprobar en esta anécdota, corta, bien contada y elegante:
"Nos instalamos en el jardín, en dos grupos separados: la presidenta, acompañada por mi mujer, mis hermanas y otros familiares. En el otro grupo, el general con sus ayudantes, mi cuñado Tom Burns y mi hijo Gregorio. De Gaulle pidió naranjada. Le pregunté por el almuerzo que ese mismo día había tenido en el palacio de El Pardo y en donde conoció, por primera vez, a Franco. "¿Qué impresión le ha causado nuestro Jefe de Estado?". Me contestó: "El salmón, exquisito". Y continuó en silencio bebiendo su refresco."
G. Marañón: "El País", 8 de Agosto de 1981
Así como normalmente el "manzanas traigo" equivale a no querer, o no saber, contestar, hay casos -como el que se refiere a De Gaulle- en que la evasión se constituye en la más inteligente respuesta crítica.
ResponderEliminarJosean
Sí, fue muy diplomático, en el sentido literal de la palabra.
EliminarNo del todo, "manzanas traigo" equivale a preguntar-le a alguien "que si ha visto la ultima película de los pollos asesinos" y que te conteste "lo he aparcado en la -2".
ResponderEliminarO por ejemplo, esto: http://manzanastraigo.es/pues-eso-que-empezamos/
Eso si es #manzanastraigo a tutiplendi!! :D
Me has recordado a un chiste que me han enviado recientemente y que dice así:
Eliminar"-Me he comprado un sonotone que oigo caer una aguja a cincuenta metros.
-Y ¿cuánto te ha costado?
-Ayer a las diez y media"