Dinner Table at Night, de John Singer Sargent |
Hace unos días han abierto en San Sebastián una tienda de Zara que ha resultado ser la que más ha vendido del mundo mundial el día de su apertura y los dos siguientes sábados. ¿Qué pasa con los donostiarras? Está claro que nos gusta Zara, pero la explicación a esta desmesura está en que al gasto de los oriundos hay que añadir el de los franceses, que desde Baiona, Biarritz o San Juan de Luz cruzan la frontera dispuestos a quemar la tarjeta en Zara.
Y es que San Sebastián, tan próxima a la frontera, ha sido siempre una ciudad abierta a los franceses. Las relaciones, como las de todos los vecinos, han sido a veces amistosas, a veces de guerra encarnizada pero siempre comerciales.
La presencia francesa asentada en San Sebastián fue especialmente considerable en el siglo XIX. Numerosos comerciantes e industriales franceses se establecieron en San Sebastián atraídos por el progreso y el dinamismo que animaban la ciudad, algunos de ellos son recordados todavía hoy, como por ejemplo, la tienda de bicicletas de Comet, la fábrica de productos alimenticios Louit o la joyería Durant.
Esta presencia dejó un rastro indeleble en el lenguaje, últimamente quizá menos, pero no hace mucho era habitual decir merci, en lugar de gracias, de hecho en Zarautz, a unos 40 kilómetros de la frontera, escuché un día decir en una tienda: "Así que merci denetikan"*, una frase preciosa que en cuatro palabras contiene tres idiomas.
La siguiente coplilla integra también castellano, euskera y francés en un batiburrillo que nos indica hasta qué punto las tres lenguas eran chapurreadas por los habitantes de Donosti:
"Muxiu Angulé / batian parlez vous / en campaña no ha habido / un muxu como tú". La coplilla está en castellano, euskera y francés y es profundamente irónica. Su traducción es: "Señor de Angulema / una vez dijiste / que en campaña no ha habido / un semblante como el tuyo".
* Así que gracias por todo.
Siempre ha habido muchas relaciones comerciales pero hace años íbamos en la otra dirección, íbamos en masa a hacer las compras en Hendaia, ahora vienen ellos aquí a comprar además de juerga en Nochevieja, dado el gran ambiente hasta altas horas que hay en Francia.
ResponderEliminarYo también recuerdo cuando íbamos a comprar yogures, queso, "delicatessen" en general, todo sabía más rico si era francés.
EliminarAhora son ellos los que vienen de compras o se acercan a la Parte Vieja, yo creo que a más de un hostelero donostiarra le han salvado de la crisis.
Un saludo, David.
Fantástica como siempre, de verdad, me encanta. Resulta que yo estuve hace un par de años, en el puente de la Inmaculada del 2012 en San Sebastián y estuve de compras en Zara, porque le había echado el ojo a un forro rojo para mi sobrino y en Oviedo no lo había. Jejejeje. Por cierto, me encanto la ciudad.
ResponderEliminarAhora han abierto una tienda nueva de Zara que tiene cuatro pisos y es la bomba, está todo el día lleno.
EliminarIgual deberías de volver y de paso nos conocemos.
habrá que estudiarlo, pero por tomarnos un café, no por Zara.
EliminarComo suele suceder estoy totalmente de acuerdo con lo que ha escrito Gemma.
ResponderEliminarDeberías venir otra vez.
pues sí, es la tierra de mi abuelo y sólo por rendirle tributo y conocer a Gemma habrá que considerarlo.
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