La Durmiente, de Ramón Gaya |
"Estaba pensando en estas cosas cuando ya había terminado los trabajos serviles, y me había sentado frente a la boca del horno. A la boca del horno se le llama alcabor, es una palabra árabe antigua, la aprendí ayer, y se me olvidará dentro de un rato, como la mitad de las cosas que nos hacen ilusión. Se le secará a uno esa palabra como las florecillas que arrancamos en una pradera, antes incluso de terminar nuestro paseo, sin que podamos resucitarlas luego en un vaso con agua. Iba viendo cómo ardían los últimos leños y las paredes de barro del horno se ponían paulatinamente blancas, mientras la cama, de brasas canas, se iba vistiendo de ceniza transparente con sus arrugas de sábanas de hilo."
Andrés Trapiello: El jardín de la pólvora
La palabra alcabor no se me olvidará nunca. Mi madre la utilizaba para designar algo cálido, yo imaginaba que también era agradable al tacto como manta de lana, sólo más tarde comprendí que se refería a la pequeña habitación que queda encima del horno y permanece caliente. Es una palabra viva en catalán con la grafía “alcavor”. Gracias Gemma y gracias Trapiello.
ResponderEliminarYo no la había oído nunca, Juan. Un saludo.
Eliminar¿alcabor es la boca del horno de leña dónde se hace el pan que tiene una puertina? o ¿también la boca del horno de la cocina de carbón? y tengo una pregunta para ti, Gemma, ¿tú sabes cómo se les dice a los padres a los que se les ha muerto un hijo? Estoy escribiendo una entrada para el blog y no encuentro esa palabra, me trae frita, Saludos
ResponderEliminarBea, investigando un poco por ahí veo la palabra "deshijado", aunque yo, la verdad, no sabía que hubiera una palabra para designar a los padres que han perdido un hijo. Y ese "deshijado", ni lo he oído ni lo he leído nunca.
EliminarUn saludo.
Cierto es lo unico k yo he encontrado tb pero es antiguo y tp lo he visto nunca escrito. Graciasss
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